¿Cuántas veces habrás escuchado a tu médico, a tu abuela, al dentista o incluso al mecánico, esta expresión?
Curarnos en salud.
Cuando nos curamos en salud, como sabrás, estamos siendo precavidos, preventivos, nos cuidamos. De hecho, a día de hoy, es común observar en nuestra sociedad pautas de comportamiento que favorezcan esa "cura". Comemos equilibrado, hacemos ejercicio, procuramos evitar excesos y sustancias nocivas para nuestro organismo, etc.
La salud es tan importante... Y nos preocupa mucho. ¿Cómo no nos va a preocupar nuestro bienestar? Resulta con esto, tan chocante, lo poco que nos preocupa nuestra salud emocional...
Salud emocional.
Somos la generación de la receta. Hoy en día, no es ni mucho menos extraño que nos receten antidepresivos por cualquier motivo o situación. Ni hablar ya del TDAH y su polémica con el empleo de medicamentos de los cuales se desconocen los efectos secundarios a largo plazo. El camino fácil aquí es más que evidente. ¿A cuántas personas de tu día a día más cotidiano conoces con un estado apático, de mal humor, con una tolerancia cero hacia la frustración? ¿A cuántas con dificultades en la socialización, con problemas de autoestima?
Hay cura para este masa ingente de personas, entre las cuáles quizás te encuentres. Créeme cuando te lo digo, porque lo sé por propia experiencia. Tenemos tratamientos, terapias, medicaciones, ..., recetas.
Pero, ¿estamos realmente interesados en mejorar nuestra salud emocional del mismo modo que lo estamos en mejorar nuestra salud, a secas?
Salud emocional es ese estado de paz interior y bienestar que poseen las personas que tienen un dominio total sobre sus emociones. Cuando realizamos una valoración cognitiva de la realidad acorde con nuestras creencias, con nuestra personalidad, estamos en el camino de incrementar nuestra salud emocional. Y créeme una vez más, no necesitarás medicamentos para conseguirlo.
Curarnos en salud emocional.
No es necesario que nadie escriba un artículo sobre la necesidad de la educación emocional en la infancia. ¿O sí?
En la anterior entrada de Atención selectiva te comentaba sobre la importancia de la autoestima en la formación del autoconcepto en niños y adolescentes (puedes consultarla AQUÍ). Pero no soy la única. De hecho, cada día son más las publicaciones tanto en red como en la impresión escrita, que muestran artículos sobre autoestima, asertividad, autocontrol, autoconcepto, relaciones sociales,... Hecho por el cuál se deduce que aun queda mucho trabajo por hacer.
Y al hilo de esto, resulta realmente evidente que la salud emocional es necesario trabajarla desde la infancia, pero lo cierto es que poco se hace.
Sabemos de la necesidad de fomentar la empatía con los más pequeños, pero vivimos en una sociedad que visibiliza la pobreza del vecino con normalidad. Conocemos de los beneficios de una fuerte autoestima, pero permitimos modelos hipersexualizados, delgados en exceso y fudamentados en la imagen desde los mass media. Entendemos la necesidad en el autocontrol, pero permitimos la violencia en campos de fútbol, televisión o videojuegos. Creemos en las habilidades sociales, pero quedamos atrapados en las redes (nunca mejor dicho) sociales.
Nos llevamos las manos a la cabeza porque niños y adolescentes se suicidan por causa del bullying, pero todavía no hay una ley que garantice una educación emocional en los colegios e institutos.
Es necesario, hoy más que nunca, que nos curemos en salud, emocional. Debemos ser precavidos con nuestra salud emocional y cortar de raíz todo aquello que nos ponga trabas para conseguir una vida plena.
La educación emocional es fundamental en los primeros años de vida de nuestra infancia. Sólo con una educación que prime objetivos relacionados con la felicidad por encima de los contenidos conceptuales tradicionalistas, podremos llegar a esa cura. De la estabilidad emocional de la infancia dependerá nuestro futuro.
Debemos curarnos en salud emocional para fomentar una ciudadanía competente en sociedad. Y sólo hay un modo de hacerlo, garantizar una educación emocional integral, universal y con cabida en los organismos públicos (colegios, escuelas, ambulatorios, hospitales, etc.). Y esto es obviamente responsabilidad de todos y cada uno, desde el político hasta el educador y pasando por el padre, el psicólogo, el médico, el coach,...
Al menos un 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional.
✓ Daniel Goleman.
2 comments
Gran entrada y justo llevo un tiempo pensando hacer mi TFG sobre este tema jajaja
ResponderEliminar"No es necesario que nadie escriba un artículo sobre la necesidad de la educación emocional en la infancia. ¿O sí? "
"todavía no hay una ley que garantice una educación emocional en los colegios e institutos."
Tienes mucha razón, al igual que tampoco se fomenta la creatividad. Nos cortan a todos con el mismo molde.
Me ha encantado descubrir este sitio y lo digo muy en serio.
Muchísimas gracias, Achocolatada. Sabes perfectamente, como blogger, lo que animan tus palabras. Todavía queda mucho por hablar, de educación emocional, de creatividad, de educación en valores, de inteligencias múltiples. Un placer hablar contigo. Si publicas algo al respecto, me enteraré! ;)
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